La halitosis, es el olor desagradable que emana una persona por la boca. Puede provenir de esta cavidad o no y es lo que comúnmente llamamos mal aliento. Se calcula que entre un 50 y un 65% de la población sana lo presenta especialmente al levantarse por la mañana.
Imagen:ifoundthecure
Una higiene bucal defectuosa, inflamación de las encías y enfermedades en las piezas dentales reúnen alrededor de 85-90% de las causas de la halitosis. Lo curioso es que este mal no siempre tiene origen en la boca. Existe enfermedades severas como ser la insuficiencia hepática o renal que producen ese desagradable aliento.
Para saber si la halitosis está localizada en la cavidad bucal basta con hacer una prueba muy simple. Se le pise al paciente que cierre los labios y expulse fuertemente aire por las fosas nasales. Si al hacerlo detectamos olor desagradable estamos en presencia de una halitosis “extra oral”.
Cepillar los dientes en forma adecuada después de cada comida y utilizar hilo dental es el primer paso para evitar la formación de sarro y la halitosis.
Realizar enjuagues bucales con colutorios, abandonar hábitos como el cigarrillo o el alcohol, consumir vegetales y fruta fresca y sortear alimentos fuertes como cebollas y ajo. Realizar visitas periódicas al dentista para revisar la salud dental, es una de las recomendaciones más certeras. De no ser suficientes estas medidas básicas consulte a su médico para un diagnostico más certero.
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Una higiene bucal defectuosa, inflamación de las encías y enfermedades en las piezas dentales reúnen alrededor de 85-90% de las causas de la halitosis. Lo curioso es que este mal no siempre tiene origen en la boca. Existe enfermedades severas como ser la insuficiencia hepática o renal que producen ese desagradable aliento.
Para saber si la halitosis está localizada en la cavidad bucal basta con hacer una prueba muy simple. Se le pise al paciente que cierre los labios y expulse fuertemente aire por las fosas nasales. Si al hacerlo detectamos olor desagradable estamos en presencia de una halitosis “extra oral”.
Cepillar los dientes en forma adecuada después de cada comida y utilizar hilo dental es el primer paso para evitar la formación de sarro y la halitosis.
Realizar enjuagues bucales con colutorios, abandonar hábitos como el cigarrillo o el alcohol, consumir vegetales y fruta fresca y sortear alimentos fuertes como cebollas y ajo. Realizar visitas periódicas al dentista para revisar la salud dental, es una de las recomendaciones más certeras. De no ser suficientes estas medidas básicas consulte a su médico para un diagnostico más certero.
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