Una persona deprimida se encuentra triste o irritable, no disfruta de actividades generalmente placenteras, puede estar insomne y perder el apetito o por el contrario comer en forma compulsiva. Suele manifestar cansancio constante sin realizar actividades que lo expliquen y manifestar sentimiento de culpa recurrente.
Imagen: cdn.peru
En muchos casos estos síntomas se sostienen durante largos períodos y las personas no buscan ayuda porque el mismo cuadro los mantiene aislados de esta realidad. El hecho es los adolescentes depresivos pasan largos períodos de tiempo frente al ordenador. Por hobby, en páginas de contenido sexual, en redes sociales o juegos. Lo cierto es que los jóvenes viven interconectados y cuando eso se convierte en un abuso deben buscarse soluciones.
Como ocurre con la droga y el alcoholismo no se puede establecer que surgió en primera instancia, si fue el cuadro depresivo o la adicción. De igual modo es difícil saber si la persona deprimida se volvió dependiente de la web por sentirse aislado socialmente o si a la inversa, el permanecer tantas horas frente al monitor lo terminó alejando de sus afectos, trabajo y actividades cotidianas.
Cualquiera sea el caso lo más importante es poder dialogar sobre esta patología y pedir ayuda profesional para volver a una vida normal.